El carburo de silicio es un material cerámico increíblemente resistente con una larga vida útil. Capaz de soportar condiciones duras como altas temperaturas y productos químicos, lo que lo hace adecuado para usos industriales como la impresión 3D, la producción balística, la producción química y la fabricación de papel, entre otras muchas aplicaciones.
Los tubos de protección de termopares de carburo de silicio (SiC) presentan una gran resistencia a la flexión, al choque térmico y a la corrosión. Disponibles en una gran variedad de tamaños y formas para satisfacer las demandas de las aplicaciones.
Dureza
El carburo de silicio, con una dureza comparable a la del diamante, es un material extremadamente duradero. Esta durabilidad hace que el carburo de silicio sea ideal para fabricar maquinaria que debe soportar altas temperaturas y entornos duros, como los productos industriales.
La cerámica refractaria es conocida por su gran resistencia al desgaste, su resistencia a los ácidos corrosivos y su estabilidad química, dos atributos que hacen que sea muy utilizada en centrales eléctricas y en entornos de la industria pesada con presencia de numerosos productos químicos y sustancias corrosivas. Por estas razones, se ha elegido a menudo para aplicaciones en las que intervienen productos químicos o sustancias que inducen a la corrosión.
Los tubos de carburo de silicio se presentan en todo tipo de formas y tamaños para satisfacer diversas aplicaciones en distintos sectores, como el procesamiento químico, la perforación petrolífera y los componentes de automoción. Los tubos de protección de carburo de silicio son especialmente populares para proteger termopares debido a su capacidad para soportar altas temperaturas y la abrasión. Existen tres variedades de estos tubos de protección: los soldados por óxido, los soldados por nitruro (isopresionados) y los soldados por carbono; cada uno de ellos ofrece ventajas diferentes, por lo que antes de tomar una decisión de compra es fundamental comprender cómo funciona y trabaja cada uno antes de adquirirlo.
Resistencia a la corrosión
El carburo de silicio tiene una dureza Mohs comparable a la del diamante, lo que lo convierte en un material duradero con gran resistencia al desgaste y a la corrosión, ideal para aplicaciones en las que el equipo estará expuesto a productos químicos agresivos y entornos abrasivos, como boquillas de pulverización, boquillas de granallado, tubos cerámicos o componentes de ciclones.
Debido a su excelente conductividad térmica, su bajo índice de expansión térmica y su resistencia a los ácidos, los fabricantes de revestimientos para hornos industriales suelen utilizar el aislamiento cerámico para proteger los equipos contra las altas temperaturas y las sustancias agresivas en las explotaciones mineras.
El carburo de silicio ofrece una excelente resistencia a los impactos y a la presión, lo que lo convierte en una opción popular para los tubos de perforación petrolífera y las industrias minera y energética, donde se deben soportar temperaturas y condiciones de presión extremas. Además, el carburo de silicio se utiliza desde hace mucho tiempo en cojinetes, juntas de bombas, matrices de extrusión, etc. gracias a estos atributos.
Alta conductividad térmica
El carburo de silicio es un material con unas propiedades incomparables de resistencia, resistencia al desgaste y conductividad térmica que lo hacen adecuado para aplicaciones industriales en entornos duros y temperaturas extremas. Además, la durabilidad del carburo de silicio le permite soportar el desgaste por abrasión, así como el desgaste por fricción, lo que lo convierte en el material ideal para su uso en muchos entornos industriales.
Este extraordinario material cerámico puede soportar incluso los entornos más duros, con unas impresionantes propiedades químicas y mecánicas que llegan hasta los 1.400 ºC. Presenta una dureza 50% superior a la del carburo de tungsteno, un módulo de Young elevado y una estabilidad dimensional extraordinaria, además de bajos índices de dilatación térmica y resistencia a ácidos y lejías.
El SiC sinterizado Hexol(r) SE de Saint-Gobain es el material de referencia para el revestimiento de reactores de agua ligera (LWR), con un amplio historial de fiabilidad y durabilidad. Esta cerámica tiene una excelente resistencia a la oxidación por vapor, capacidad de absorción de neutrones y gran retención de la resistencia tras los daños por radiación, lo que la hace adecuada para sistemas de blindaje compuestos que ofrecen una mayor capacidad balística contra las amenazas actuales y emergentes. Además, el SiC sinterizado de Hexol SE ofrece un amplio rango de conductividad/difusividad térmica en función de la densidad/densidad de la microestructura matriz/fibra para una máxima eficacia en aplicaciones de revestimiento de LWRs.
Larga vida útil
El carburo de silicio es un material excepcionalmente duro y duradero, lo que lo convierte en la opción ideal para muchas aplicaciones industriales. Gracias a su larga vida útil, el carburo de silicio puede soportar temperaturas extremas y entornos corrosivos agresivos sin degradarse ni romperse con el paso del tiempo.
Estas características hacen que el material sea adecuado para diversos usos industriales, como la cerámica, la generación de energía y la metalurgia. Además, su peso ligero lo hace fácilmente manejable.
El carburo de silicio es un material artificial que se fabrica en varias etapas, desde la preparación del polvo y su mezcla con aglutinantes, pasando por la conformación mediante extrusión (tubos) o prensado isostático en frío (placas y bloques), la sinterización en vacío a alta temperatura, hasta su etapa final de sinterización en vacío a temperaturas extremadamente elevadas - el proceso de sinterización confiere al producto acabado una resistencia definitiva a la corrosión, una resistencia extremadamente elevada, dureza, propiedades mecánicas y resistencia a la corrosión; sólo superado por el diamante en términos de dureza - con la moissanita natural como rival natural.